Las posibilidades que da el pan son infinitas y este es un buen ejemplo. Lo primero es aclarar, que es un pan, pan, nos un bizcocho, aunque queda muy esponjoso, con una textura deliciosa. Y la segunda aclaración, es que es necesario dejar que las zanahorias cuezan hasta que estén bien blanditas, si no el pan pierde sabor y te costará más amasarlo.
INGREDIENTES
150 gr. de masa madre
760 gr. de harina de fuerza
215 gr. de agua
40 gr. de aceite de oliva.
400 gr. de zanahoria (pesadas en crudo).
40 gr. de miel.
15 gr. de sal
4 gr. de levadura (opcional).
ELABORACIÓN
Lo primero es poner a cocer las zanahorias, hay que dejarlas bien blanditas, dejarlas enfriar y bien triturarlas con la batidora o aplastarlas con un tenedor.
En un bol mezclamos la masa madre con el agua y la miel, una vez bien mezclado añadimos la harina y dejamos que repose una media hora para que se produzca la autolisis, eso luego facilita luego mucho el amasado.
Añadimos el aceite, las zanahorias y la sal, damos unas tandas de amasado y reposo y antes del último amasado añadimos la levadura, si decidimos usarla.
Con la masa lista la dejamos reposar en un bol aceitado durante una hora aproximadamente, que crezca un poco, no hace falta que doble el volumen.
La pasamos a la mesa de trabajo, desgasificamos un poco y formamos una bola y ponemos a fermentar en un banetón o en un bol con un trapo enharinado. Ahora si tiene que casi, doblar el volumen.
Precalentamos el horno a 230ºC. Generamos vapor en el horno y horneamos 15 min con calor solo abajo, pasado este tiempo bajamos la temperatura a 210ºC arriba y abajo y horneamos 35-45 min más.
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